miércoles, 29 de agosto de 2012

Pareciera ser

Ser es, como una cereza, una certeza. La cereza es certeza porque está ahí bajo mi techo y sobre mi mesa y sigue estando ahí ciertamente cereza, ciertamente certeza. Y uno viene a sentarse al lado con su montaña de misterios, en su tren descarrilado de contradicciones, con esa lágrima imposible de llorar pero también de quitarse alguna vez.

¿Por qué hablamos, cuando hablamos de callarnos? Ahora que estoy un poco cereza admito que las horas se me convirtieron en unos helicópteros que en ocasiones se me plantan en la cara, me plantean no se qué, y no me dejan pasar. Y otras veces, la mayoría, se me van volando sin que las pueda perseguir, sin dejarme ver siquiera en cuál dirección, se me van y me dejan a mitad del camino, transformando el ahora en una semirrecta que termina justito ahí adonde quedé yo parado. Y así ya ni puedo hablar del paso del tiempo porque el único que quedó andando de a pasos soy yo. Entonces callo y me pongo a mirar un poco.
Soy siendo y estoy estando, así que sigo siguiendo. Aunque como dije, raramente puedo ir al compás de las horas helicóptero. Los minutos me son igualmente esquivos, pero los segundos me suelen acompañar de tanto en tanto. Con ellos el problema es otro: sé que si me encariño demasiado termino terminando en 60 velorios por minuto y el corazón ya no me aguanta.

Qué gris que está el cielo. Lleno de truenos. O serán mis horas. Por las dudas me refugio bajo un techo. Me como una cereza. Me come la certeza. La certeza de que se me fue. Se me fue una hora más. Recién nomás. Volando. Los minutos ni cuentan. Y se me murieron unos miles de mis amigos. De mis amigos, los segundos.

domingo, 26 de agosto de 2012

recurrencia lunática

la luna no tendría sentido si en el mundo no hubiera tristezas
pero las tristezas no tendrían sentido si en el cielo no hubiera esa luna




me tengo harto de recurrir todo el tiempo a la luna
es obvio y bastante mediocre
hasta recién no lo pude evitar
pero voy a tratar de evadirme de eso
si quiero escribir sobre una estufa
pero mi birome escribe luna
tiro la birome y agarro otra

me hace reflexionar esto que una característica de un poema mediocre es aquel que no puede hablar del amor sin dejar de mencionar al corazón, o hablar de la tristeza sin hablar de la luna o de las lágrimas. 
o al menos sería más original tratar de construir todo el concepto que uno quiera pero usando palabras que no sean atajos tan garantistas, reflejos tan fieles del mensaje. 
cómo resumir una tristeza usando como recurso una estufa? la luna es más fácil. Porque está ahí arriba todo el tiempo, brillando de rebote, y porque no tiene sentido. Siendo todo eso muy similar a lo que pasa con las tristezas. Pero una estufa? Una estufa también está ahí. Apagada inútilmente o emanando calor. Y cuál es la metáfora? 
Absolutamente ninguna.
Tiene menos sentido aún.
Como la tristeza.

el beso que me falta


el beso que me falta
una abstracción concreta
el colmo de la entelequia
una intención anulada
un deseo rodeado de ceros
que lo multiplican para abolirlo
un fantasma inútil
pero funcional a la lágrima

el beso que me falta
anclado con firmeza en ningún lugar
a una mejilla que no tengo
perfumado con la nada
decorando el vacío
reflejando al aire inmóvil
como un espejo en la noche
como una luciérnaga incendiada
enchastrada por el fuego

el beso que me falta
ese ente inmaterial
sin dimensiones
sin sitio
sin extensión alguna que ocupar
ni ocasión ni oportunidad de ser
desconocido por cualquier momento
por cualquier instante futuro

el beso que me falta
me compremeto a comprender
que puede que no existas
pero lo innegable
lo irrefutable
es la tremenda destreza
la incipiente capacidad
que vos tenés
beso que me faltás
para causarme 
a pesar de todo
alguna tristeza
de vez en cuando

viernes, 24 de agosto de 2012

La vida

la vida
un lastre
un maleficio insobornable
el amor
una confusión imperdonable
una mentira social

venus afrodita inanna astarté turan
matan a cupido
hoy como todos los días
desde hace miles de milenios
a donde sabe quién
a quién sabe dónde

lo mataron de eso mismo
lo mataron de amor
lo enamoraron para vaciarle
para extirparle por fin
su cartucho de flechas
su razón de volar
le cortaron las alas también
en trizas de plumas
lo abandonaron también
en una calle mugrienta
un baldío sin nombre
en su sola miseria

y cupido
expedido por su tropa
despachado por su propio fuero
aleja su alma hacia la luna
a enredarse el alma con la luna
y en la cara gritarle un suspiro
un suspiro de derrota
para su alivio
pero al llegar
la luna lo rechaza también
lo expulsa, lo repele, lo destierra, lo repudia
lo precipita
lo arroja hacia el espacio
por bárbaro
y por inútil

jueves, 23 de agosto de 2012

A dónde es allí,
adonde más te sentís?
Allí adonde cualquier camino
que ya esté dibujado
no te convence
no te convence por ser justamente camino
y sentís un punto
en un costado
en un sector olvidado del horizonte
un punto rojo
un cuadrado tuyo que nació recién
en el cielo nuestro que existió desde siempre
y apuntás
apuntás a tu punto
a tu cielito cuadrado
avanzás, derrumbás
sin medir arbustos
sin medir rota piedra
ni charco ni abismo
sólo tu nombre propio
conjugando el avance
hacia un futuro perfecto y simple
si es que eso existiere

y un detalle más
no avanzás debido a que ése sea tu camino
sino que por el contrario
ése es tu camino
justamente porque vos
y solamente porque vos
vas avanzando por ahí


miércoles, 22 de agosto de 2012

Pelos


pelos
van y vienen
imagino cabellos
imagino que todo
que todo los tuviera
que en todo crecieran
pelos

en una casa
en la otra
en todas las casas
en edificios
en autos
pelos en los camiones
pelos en los caminos
pelos en las mesas, en los teléfonos, en los árboles
pelos en las bicicletas
pelos sobre el asfalto
pelos sobre la vereda

y además 
además de los pelos
infaltablemente
que también lluevan peines
que lluevan peines todos los martes
y que la gente se escude
se proteja los martes por el peligro
de la lluvia de peines

y que cuando pare
que cuando salga el sol el miércoles
que la gente salga
toda la gente salga
desesperada
y agarre los peines
urgentemente
y se ponga a peinar
a peinar a los pelos
acomodar esas melenas 
sin tiempo que perder
desaforándose sin sentido
tratando de ordenar los cabellos
los cabellos por todos lados enredados
como ocurre hoy mismo
como ocurre todos los días
acá en mi ciudad
pero sin necesidad de pelos ni de peines

domingo, 19 de agosto de 2012

luna desertora


nada hay en mi mano
nada puedo agarrar
nada hay en mi cielo
nada puede llover

pero hay una luna
hay una luna por ahí
que me tiene absorto
me tiene fanático
y me obliga a dormir
es que no la hay en mi cielo
no la hay tampoco en mi mano
la hay en cambio en mis sueños
y la persigo soñando
solamente soñando

así es que sucede
que la luna que te cuento
me sale por el horizonte
del sueño que sueño
me sale y me mira
me observa brillante
y yo me abalanzo
me arrojo desesperado
con mil recursos fantásticos
talentos inexplicables
que me regala mi siesta
y que cualquiera juraría
que esta vez la luna
ya no tiene escapatoria

pero si vieras cómo me huye
si sólo vieras cómo se escapa
mi luna desertora
la luna de mis sueños
que se escurre de mis brazos
atléticamente
con la increíble destreza
la ferviente supremacía
que le regala mi modorra
dejándome de nuevo
otra vez de nuevo
apasionadamente solo

domingo, 12 de agosto de 2012

destinatario destino

No se para qué me empeño en hacer todo mal si después todo me sale peor.
El destino me anda sobrando.
Así es, se me inflamó el destino, se me transformó en una plastilina excesiva que se me cae por los costados. Y me burla. La plastilina desaforada y multicolor se calzó su nariz de payaso y me digitaliza la existencia al son de sus carcajadas, mi desfortuna me invade, me atrapa bajo su carpa de circo que me oxida y me chantajea como un usurero del desmadre.
Todos y cada uno de los acróbatas y equilibristas de mi suerte se pueden ir bien al carajo

sábado, 4 de agosto de 2012

Poemática


Tus ojos binoculares me miran
Tu mirada asesina me ídem
La efe y la jota se me confunden
Sos una niña jugando a no se qué
Sos una niña fugando de no se qué
Quiero entrar en tu juego 
Quiero entrar en tu fuego
Todo entra en un triángulo 
un triángulo que sale de vos
que me deja hipnotizado
hecho hipotenusa
de tus lados al cuadrado
de nuestras áreas que se acarician
de mi mano recorriendo tu perímetro
de mi beso pi por radio
de tu beso romboide, elíptico
llegamos al límite
tendemos a infinito