sábado, 30 de mayo de 2020

Sangría

Escribir sin la punta del lápiz
Sin una goma para deshacer los horrores
Sin una hoja que se le caiga al otoño
Escribir sin una idea que se traspase al lápiz
Que se impregne en la hoja
Que se imponga al criterio de la goma
Escribir sin un tiempo de escritura
Sin el alfabeto como bolsón de letras
Sin la norma sintáctica ni la cultura semántica
Sin un otro lector
Sin un uno escritor
Escribir sin Escribir
Y aún proscriptos de su verbo
Hacerlo sin saber
Hacerlo incluso sin querer
Escribir sin siquiera hacerlo
Contra mi propia voluntad
Sólo porque mi vena
Mi vena abierta sangra hacerlo.

Un puchito

Lo que me sulfura esta noche de luna hecha diamante
es que escribirte algo que lo consideres atendible
legible, soportable, atentamente sentible
Y lo tengo montado a Pitágoras sobre mi estadía
En una silla de mimbre, la que amamos sus costuras,
Y me duele la dialéctica de que si o de que no
De que quizás me tocás la vida y quedo tarado
Así como la muerte reposa sobre una esquina de mampostería
Y soy malherido por la constancia de vos y de aquella
De sus paraísos infernales
Y de toda la lógica refutable que circuita mi corazón
Traigo todas mis artimañas que son como soretitos en el bolsillo
No quisiera que tengas que lidiar con ellas
¿Cómo puedo, para que puedas estarnos con nosotros mismos
y al mismo tiempo no tener que embadurnarte con este cuento?
Pudieran venirnos a salvar los guardametas de la muerte
Pero a mí que no me salven nunca
Quedensé con sus cornetas de fieles fierros
Con esa karmática carencia de náusea
De la pólvora química de que me hace sentir mal
(cuando todo esta tanto mal)
¡La elijo a ella yo!
¡Soy yo el que elije soportar lo insoportable!
No me venderán miel ninguna
Ni me acostumbro a tanta costumbres
Ni me aflojo ni me desalojo
No me quedan bien sus amores
Jadeándose y retorciéndose en furgonetas yanquilandias
Soy el insomnio adormecedor que nunca suele suceder
El que no contempla ninguna mar
Soy un drástico sin talento
La combineta más perforadora
De la que se tenga olvido

viernes, 15 de mayo de 2020

Asistiría

Luna, en dónde te quedás agotada, si agotaste tu lunar para mí,
Si lo que quiero son unos hierros de la tierra
Si mis miasmas son alaridos chillando ¡choquemos contra algo!
Y yo que asistiría con un fusiómetro para conmemorar a la ignición
Pero mi pensamiento es un polímero carnoso
¿Inyectémonos el sol!
Así será el amarillo verdadero, el amarillo que enrojece
Y si nos intimamos seremos cangrejos inusuales
Y si nos arbolizamos seremos trufas de madera
Y diremos, con esta confusión, yo hago lo que puedo
La ley de la sobra
Donde hasta y desde son sinónimos empero...
Y reírnos podremos del rendirnos
Y donde iremos a pernoctar al cielo
Recordando no olvidar nunca
Que ese cielo cuesta lo que cuesta ese cielo
Que no hay ni una moneda en el aire
Que no hay una moneda
Que ni aire hay
Y el todo se ha apaciguado hasta la mismísima
Como la doncella carta que se escribe sola por la muerte de escritores
Como la realidad adonde caerías si te arrebanaran todo el suelo
Como el conjunto corpuscular de la torpeza agropecuaria de los tomates caídos
De las escamas perforadoras del pez engrudo
Pero lo digo y lo dudo, lo dudo todo
Mi sentimiento no me sienta bien
Mis aletas atletas se arrepienten de todo
Ninguna definición es definitiva
Y ese filo, es muy duro ver cómo lo abrazo
Cómo me sale el líquido rojo que lo acompasa
¿Cómo me entiendo lo que digo?
¿Cómo me pregunto lo que quiero?
La posibilidad de mi condición, ¿radica? ¿ocurre?
¿Es tu espectro ese hilito?
¿Ese latifundio exógeno en mi garganta, sos vos?
Yo no sé si me expuse colorado
O si los colores se exiliaron a mi color
Si infringirme me torna un tanto centrífugo
Pero va a salir una vez de mi pecho un ejército de padecientes
Quisiera tu voz oírla a mi lado
Pero no tengo un lado bueno yo
Tengo lado A en estado de desastre.
Tengo lado B apenado, agazapado tras un trocito de tu tiempo
Y siento ese ruido de que alguien viene a pedir algo
Es la luna del idilio.
Bajando las escaleras torpes.
Que me quiere ver.