viernes, 17 de mayo de 2019

Seca la mar, nadie nada nada

El tablero no es real, pero ni bien nos avivamos ya estábamos jugando.
La ficha, no hay tu tía, es electrónica o es cárnica.
Hay una zona que es el mes de enero.
Hay unos aledaños que son las sillas para los tímpanos.
Hay inconsistécnicas falladuras en la propia definición.
Está prohibido todo, pero no se cercena nada.

Todo lo que no despierte a la mañana,
Lo que no se dedique a la noche lunar,
Lo que se limpie con cepillo de mentes,
Verá que para ver
la era para la que era
Es como ser ser, sólo para ser

En cambio,
Diferir del mar es de peces empapados
Y agotados de tanta gota
Y de siempre andar
Nadando en la nada
Sosteniendo al mar

lunes, 13 de mayo de 2019

en la hipérbole

un racimo de borrachos
en la hipérbole del sol
con los azúcares desinhibidos
y con y sin amor

no mezclemos
le dice el uno al otro
manteca con velocidad
no mezclemos

y el otro lo mira
más con zozobra que con oficio
y le tira que no
que primero hay que sufrir saber

el resto en adelante no lo oí
me trajieron mi osobuco
me abstraje hasta su final
nunca quise que se enfríe

cuando pasaba ya el pancito
recordé y volví a ellos
uno disfrazaba de cobijo
el otro me miraba mirar

domingo, 5 de mayo de 2019

Olí tu poema, olía a ardores

Olí tu poema, olía a ardores
Te salían pumas por la boca
Te salían mares por los ojos
Sobre tu lengua mecían sus bemoles
Cuna tierna y de la brava
Y lo capté al pasar
Con la nariz estampada en mi cara
Con los ojos míos como bidones de nafta
No me quedaba ninguna frase
Y olí tu poema pasar.

Me retumbaba su cantata
y no captaba nada del después
Sólo peregrinaba escuchando
Sus ojivas pares y los núcleos impares
Las letras hermanas y los números primos
Y que prosigue hasta que consigue
Lo que resta de su estampida

La poética me rozó los pelos
Pero vos muy lejos de lo cerca
Mimetizada con tu ausencia
Y yo adentrado como el pozo de la curiosidad
Frunzo el sueño
Y me dormiste.

Pasé más luego por una ventana desenrejada
Por un vidrio desnudo
Por un desafío a la urbe
Por el orgullo de la libertad
La ventana esa
El único lente de la ciudadela
Que mira sin anteojos
Una sutileza recóndita
Abrazada por una vereda olvidada
Y enfrentada a un árbol
Que es abuelo de los pájaros
Que pierde hojas como un libro viejo
Y que sin embargo jamás nunca
Renunciaría a su patíbulo

Tengo miedo
Pero el miedo es miedo mío
Y cuando tengo miedo de escribir
Escribo con miedo
A pesar de todo, a pensar de todo
¿Por qué?
Porque capaz te amen
Escrito mío
Capaz te amen en el futuro o en el pasado
Capaz unos ojos quieran hacer el amor 
con vos, como se hace 
natación en el agua
A pesar de que no hayan alrededores
ni temporadas ni estaciones
Vos estarás acá tirada
Como la hoja del árbol
Inclinándose por el viento
Para caer sobre montones de basura
Pero no de cualquier modo, sino
Entendiéndolo al contáiner
Y la hoja hermana es distinta y dice yo no
Yo me arrodillo sobre los adoquines que me vieron nacer
Y sólo allí acudo a la cuna de mi muerte
Y a otra hoja hermana la veo recorrer el aire también
Y besar un poste
Y caer
Y besar un poste
Y caer

Y la ventana deja pasar todo
Deja ver y suceder
Deja a los rayos del día traer al sol
Deja a los rayos de la noche acercarnos la luna
Yo le pido a veces
Quiero ver a la Pitonisa, y me la trae
A que me sane las manchaduras
Cuando soy un mundo derramado
Cuando soy un abismo cayéndome en mí mismo
Cuando soy un hielo que derrite al sol
A ver quién se apaga primero

Otras veces la ventana está tapiada
Que ni se asemeja a la de reja
Que es peor que una pared ciega
Porque la pared nunca fue libertad, pero ella sí
Entonces es más plana
Más vacía
Más de cemento eterno
Y ni mil kilos de ambulancia le permiten el agujerito
Sólo una cantidad de tiempo mucha
Y persistencia en la organización
Y se celebra tanto cuando se ventaniza
Como la llegada al hombre de la luna

Olí tu poema, no me olvido
Pero yo soy un pésimo y me cuesta el culminar
Porque yo dejo que tu boca lama mi vida
Como si nuestros cuerpos tuvieran bordes
Como si el cielo transmitiera nubes y estrellas
Como si amaneciera como amanecieres
Como si cada mañana fuera una guirnalda
Como si curioseando particularidades
Encontrásemos por fin
Al régimen de la particularidad
Y fuera el mundo una bedelía
Y nos hiciéramos de noche
Glorificáramos ese enlace
Espolvoreando las distancias
Sobre los dispositivos
Y las calles, y los libros, y el cerebro
E izáramos los temores 
Entre las plantas y los animales
Y pensáramos que fueran posibles
Algunas de estas cuestiones