viernes, 29 de abril de 2016

Diciendo como diciente

Huelo como oliente. Distrayéndome de lo contundente. Mis amigos los silencios me despistan a mi lado. Reposan su suave lengua callada sobre mi palabra exiliada. Tienen una voz con perfumes despacios. Tienen alma de verdugo de orador. Llevan su párrafo escondido, como una sombra entre los dientes. Me besan con su boca fría de labios continuos. Entre ellos, ¿hace cuánto que no se admiten? ¿Cuánto hace de este besuqueo?

Floto como flotante. Distrayéndome de lo contundente. Estoy drástico, yo no se si lo notaste. ¿Quién quiere hacerse el brilloso? No soy el río cantando agua, o desembocando un caribe en tu mundo de alfiler. ¿Dónde verter lo prometido, si una gota de alma azul se duerme imposible sobre tu laurel?. O sobre un florero de manzanares. Traigo el viento entre mis mejillas desde tifones antepasados, y desde euforias que no tanto, de esas que servían sueños para las estrellas. Algo deshizo todo mal, pero qué inversa que es la hermosura. Dejame pasar a pasar a dejarle un ramo a los triciclos sueltos de tu parodia. A ellos me les tiro parlotear.

Vuelo como volante. Distrayéndome de lo contundente. De una mano hacia el suelo, arrugado y contaminante, pero el durante es puro vuelo. Soy mis alas de papel. Si es que planeo, me sale como puedo. Tatuarse la propaganda, es el papel de mi piel de papel. Distraigasé con tales atracciones, dice la tinta sobre él. Mas lo lamento. No me distraen las atracciones. Mas bien me atraen las distracciones. Nadie me invite a la felicidad, bastante que la llevo dibujada en mi coraza de fragildades. Voy llegando al piso. Ya vendrá algún niño a doblarme como avión.

jueves, 21 de abril de 2016

Verte Brado

Se puede decir que esto es verborragia o que estoy aprendiendo a hacer nada. Me puedo quedar contento viendo un enchufe negro, enchufado o no. El cable sinuoso formando una ene. Ene de no te emborraches. ¿Me dormí o fue sólo un sueño? Es sólo un momento, ya lo sé, pero ¿cuánto hace que dura? Por querer lo que no quería, ví lo que no vería. Tengo los protones anestesiados como el enchufe, desenchufado o no. No debo decir perplejidades. La recta incorrecta me tiene de hijo. Su vertiente brotada y reluciente. El gato del vecino me deja olores y miradas de gato de vecino. Vo' medecí' incoherencia', pareciera que me dijera. Pero inhibido del habla, sólo esquiva un escobazo que igual no le apuntaba. El gato gana. El perro de al lado tiene ladrido doble. Le chiflan solamente y se escurre adentro de su hocico. El perro pierde. En el parque flotan los patos. Los patos empatan. La luna se abalanza y me deja plateado, y sin chance ninguna de terminar de poder

miércoles, 20 de abril de 2016

cita con un incendio

yo tengo unos botines verde flúor que me compré hace un tiempo
desde que me los compré perdí todos los partidos
todos los partidos perdidos hasta el último
en el que me torcí el tobillo
meses tratando de recuperarlo
el kinesiólogo un día me dijo que camine sobre superficies irregulares
empecé a ir a caminar al parque, en mis botines verde flúor
en el parque un día me picó un mosquito
un mosquito con dengue
treintainueve de fiebre por días
hasta que caí en el hospital desvanecido
tres sueros en dos días
una noche desvelada tapando las hemorragias con mis rezos ateos
mil estudios de sangre, de pis, de huesos
y un día tocó la ecografía
ese día fui con mis botines verde flúor
los órganos se ven bien, me dijo el tipo
pero tenés tremenda piedra en la vesícula
y al otro día el clínico
se verán muy bien pero el hígado está roto
como con tres cirrosis y pico, le calculo
pasan los días y muy de a poco voy renaciendo
tirado en la cama, emparchándome las plumas con cenizas
con el tobillo colgando
la vesícula empedrada
el hígado latiendo
miro a mi lado y me pincha el ojo
un reflejo verde flúor
y empiezo a reflexionar
que si venderlo es cagarle la vida a alguien
no dudaré en lidiar con los remordimientos antes que con ellos
pero no, lo descarto, aunque más por fiaca que por culpa
y llego a la solución final
la que añoro como si hubiese ya pasado
acudir al fuego sanador
a la llama fotogénica, a la fogata fílmica
imagino a mis amigos ardiendo las palmas contra sus cajones peruanos
a mis dedos untándome carbón en los mofletes
y al fuego imagino
a mucho fuego quemando, lo imagino vivo
¿cómo se vuelve el verde flúor tras la combustión?
es una respuesta que ando necesitando
es una respuesta
y gracias

Hecho

Circular por lo circular
Vaya paradoja la de mis botines
Verdes flúor y con la yeta en los tapones
Se tuercen los lunes, se pierden los domingos
Y me sirven a la mesa un pollo con zapallito
Mi karma es acumular karmas
Me lo anoto en la frente
El karma del karma es acumular humanos
Me lo pinto en la espalda
El rengo sabe que camina rengo
Pero es como sabe caminar
Así como tal que escribo
Que escribo yo para escribir
Así que ya está.

martes, 19 de abril de 2016

La Anteúltima Cena

Que el pibe no quiere comerlo.
El pibe no quiere comer lo qué?
Pibe no quiere comer lo que él.
No quiere comer lo que el pibe.
Quiere comer lo que el pibe no.
Comer lo que el pibe no quiere.
Lo que el pibe no quiere comer.

Fideo impune de plato de sopa
Diosa lluvia de gajos de pelota
Cucharita o cucarachita
Pajarito de plato inundado
Solo por todos los oídos
Lo acompaña un silbido mojado

Pibe roto por la bruma
El plato espanta humo
De la ventana vacía de cortinas
A la calle de cordones con filo
Corta el ruido ronco
Del pibe ruido de sopa
El que sorbe y se llena de frío
La sopa que no tibia y se agarra con los dedos

Ojo de niño que la mira como mirando.
La cucharita seca.
El plato que rechifla imaginario.
Lo que el pibe no quiere comer.
Imaginaciones, de nuevo, no.
Hoy eso el pibe no quiere comer.

lunes, 18 de abril de 2016

andá y definimeló

mitad humano mitad hundido
así como se forma, así se deforma
en su defensa hecha de apilar suspiros
en su pinche remanente del veneno de aguijón
en su rebote en oscuridades récord

gigante que gira por el membrete débil
se despliega sin susto
junco junto al flaco provecho
movilización de estatuas
¿estarías vos a la estatura de su estadía?
las mejores mentiras son de lenguas calladas
humedales de los sentidos corrugados de la barbaridad

abrazándoseme en el medio de un mero trueque de suspicacias
no dudosos sus estilos, no dudosas sus esferas
ergo del manantial climatizador
la bromatología no me causa gracias
de nada de la nada
el recordatorio de la mortalidad de la mortadela

fiebre otoñal me propulsa de bando
babeo el bazo en el vaso
muero por lo irresistible de morir
suturo gotas, guturo pausa, futuro horas
de vago es que muero
que simplifico el dominio del universo
que divido y me llevo uno
por la matemática succión
mérito del ahogo neutro

irrecuperable como el mar
orgulloso de mis higos
heréticos, exóticos, heróicos
el guiño de la falencia del ente buscapleitos
elemento de la lista, polígono de tinta seca
arcaico a toda regla del oyente
tras su reja de tela, empuñando su muñón digital
sucursal del museo del musgo

piedra en el camino
ya ni siquiera
caminar sobre la piedra
casi que tampoco
caminar con piedra adentro
es todo lo que puedo

sábado, 2 de abril de 2016

La cosa agendada

La candela agranda las áreas vislumbrambles de un rostro. Éste tiene boca, tiene nariz y tiene dos ojos. Uno mira lo que quiere, el otro lo que puede. Los perfumes que intermedian el rostro con la cosa, por la nariz se huelen. La cosa no se masticaría con los dientes de la boca, ni aunque todas muelas fueren. ¿Cuál es la cosa? No quiero ser un interpretador. Ni armar concepto de vanagloriadores. La cosa es el aparato de la nada. Una razón muda, un sonido callado. Con destreza destroza la entereza. Sirve un vaso. Se toma otro.

viernes, 1 de abril de 2016

Atero Semornota Abodir

No está dado que partir sin entreveros suponga los solsticios que nos ven amanecer. 
No está soldado el tarugo al tornillo, no es la pluma que yo amaba estremecer.
¿De a cuántas escaleras se le acata capturar sensibilidad?
¿Es posible andar ancho y vehemenete, o es eso caer en el senderismo imperdonable?
Soy un plano en continuo movimiento. Una rapidez en continuo estancamiento.
Muy seguido me desentiendo de venerar la felicidad.
No la ví, no la veo, no la pienso. Sólo me remiendo como buen existidor.
Sólo me lamo, herida tras herida, pero tengo lengua sola y tantas veces me es poca.
Me seco los labios partidos por un lenguaje lento agitado en el vaivén.
Es tan intenso escuchar un revólver como revolvér un escuchar.
Es tan manicomio quien trayecta como quien se cura al zigzaguear.
El grito de un pez no propaga, y al rato el pez muere de grito.