viernes, 31 de agosto de 2018

No voy a leerlo

Estoy fiero! Porque no ando desordenándome en mi cuarto ni perpetrándome en el medio de mi tercio. Soy uno solo, flaco, pulido y rotoso, no quiero dejarme lindo, no puedo ni debo, ni siquiera, ni si quisiera, estaría hallándolo al algo hermoso, a la alguna cosa tediosa de la búsqueda, del hallazgo tu diosa, y por siempre la que creo que sí, la que quiero que sí, la que sí quisiera o al menos la esperaría y me esperaría y nos esperaríamos penduleándonos en un cuenco pendular, amagándonos un beso, un te amo tamagochi, desordenándolo todo incluso las agujas y los agujeros del reloj que se cierne conmovido en este hallazgo pues para perder no tengo tiempo, pero sí para ganar mis pérdidas de tiempo. Me urge pasar el tiempo con movidas, el tiempo conmovido, el tiempo desatando ríos anudados y derribando quehaceres y quedeshaceres. Complementando los despelotes quizá encuentre algo atosigado entre el polvo y bajo las alfombras, quizá perdiendo dicho tiempo sin temporizar dicha pérdida, quizá renaciendo huevos y gallinas, quizá quiquiriquéandole a la madrugada, quizá masticándole un mendrugo a la luna, mi aliada, quizá investigándole las tecnologías al río que nos acomoda su lava sobre nuestra piedra, quizá si fuésemos ese misterio atolondrado, haciendo que nuestras agilidades cadereen despacito, quizá entonces estemos a punto de no se qué.
Y si estoy fiero puedo ser tu contradicción, y cantarte otro poema además del quinto, en el interín del último de los primeros, durante algún transcurso, y si no te pinta, en el durante aplastame contra tu augurio, y a otra cosa mariposa belicosa, calamitosa, estrepitosa, y apetitosa.

lunes, 27 de agosto de 2018

Ella me permaneció

Ella me permaneció, y quizá me permanezca.
Estará, si es que quizá, adorando los metales de mi cementerio de bobinas
O flotando sobre los juncos de mi pelvis
O bebiéndome la sangre para verterla en la carótida yugular

Ella me permaneció, y tal vez me permanece,
es que entonces me bebo un doble vino
y me hurgo con el hígado mis adentros
Y si me permanece se esconderá entre las costillas
Y me dará risas, y disimularé que estoy serio

Ella me permaneció, y puede que siga
Será sutil como el ruido de una esponja
O ligera como el canto de la espuma
Pero no escatimará abrazarme si me siento mal
Nunca escatimaba nada ella

Ella me permaneció, y existe la posibilidad
que su permanencia haya portado un vencimiento
Esa fecha pertenece al pasado o al futuro
Pero no me importan esos dos
Dos pedazos de sermones embusteros

Ella me permaneció, y si ella estaba
Yo empujaba esta palabra, y fue testigo
O tal vez me la dictó desde el ombligo
Y quizá no sea éste mi poema
Y quizá me lo dictó de despedida

sábado, 25 de agosto de 2018

Impensable

¿De dónde viene la zamba que rumbea lágrimas hacia mi cara?
Hacia dónde el desprendimiento de mi retina que persigue la sombra de los pájaros
Algunos desquicios me caminan a tientas, desorientados entre nervios de filo filoso
A tientas hermano, a ciegas y vacíos como una nota sin papel
Mañana no llamaré a nadie por su apellido.
Mañana beberé del psicopisco y me mamaré hasta que mi autocontrol presente suficiente insuficiencia
La desinteligencia emocional me invadirá
Penetraré entre los yuyos de la soledad, recojeré de sus yerbas salvajes para cebarme un mate hirviente
Nada es lo que carece, y si sí que me nazca un arroyo de las tetitas, y salgan nadándome hijos
Que ella esté admirablemente deconstruída no significa que le gusten los fuleros.
Debe comprender eso mi cerebro incompleto.
Pero a pesar de todo tengo los fueros de un mitón
Y bebo de un río de agua
Y leo de una biblioteca de libros
Y soplo un viento de aire
Y ardo una llama de fuego
Y vivo un plazo de tiempo
Y ando una distancia del espacio
Hasta el día que se me pegue la bota al suelo,
que la música no me mueva,
que no se me caiga ni un verso
que no haya andado sonriendo
que nadie haya reído de mí
que no haya sanado
que no haya dicho a nada que no
que no haya dicho a nada que sí

miércoles, 22 de agosto de 2018

Alusión

¿Qué estabas haciendo, agosto, cuando vino por mí la revancha de la horqueta?
La letra marcial bebía de la tinta a sorbos, gorgoteando palabras de gotas
Vertió su alma en un cuenco oscuro, y la sacó por fin chorreando la sangre azul con la que se escriben almas como la suya.
Una gota es una gota, dos gotas son un río.
Y los poetas andan diciendo sobre ríos de lágrimas, ríos de sangre, ríos de tinta, ríos de agosto, pero nunca ninguno nadie mencionó al otro río, al estandarte, al rabioso río de agua.
¡Río de agua!
Como si fuese obvia la acrobacia líquida que lo fecunda desde el útero de la catarata.
Como si no transitara ancho y estridente sobre su ruta de piedra molida, incluso bajo la luna apagada.
Como si no portara montones de burbujas de pausas de agua de río de agua con pausas de burbujas de a montones portadas, sí ¿cómo no?
No paro de conquistar pacmans, dijo el fantasma.
Dijo, y me conquistó.

sábado, 4 de agosto de 2018

Si te quedás, joya

He pasado los últimos meses adentro de un tubo.
La existencia era curiosa, así que yo me volví curioso.
Y a la existencia le dije:
Curioso: Existencia, no existís
Inexistencia: Has resuelto un acertijo. Pero difícil es acertar a cuál acertijo has acertado
Curioso: Para entender cuál, tendré que pensar cómo.
Inexistencia: Llevame a tu departamento y hagamos el amor.
Curioso: Estoy en este tubo.  Si es tubo, estuvo tubo y tubo estará
Inexistencia: Estás desviando tus zapatillas por el sendero de una maldad. Y si además de esa osamenta tuvieras la consciencia en horario, te pediría masajes en el colmo.
Curioso: Tanto el amor como el dulce de leche son un poderoso borrador en el pizarrón de la tristeza, y de su tiza amarillenta.
Inexistencia: Me sangra la distancia entre mi mate y la panadería
Curioso: Si tuviéramos esos bizcochitos aquí estaríamos tan tarados de enamorados
Inexistencia: Si te quedás, joya
Curioso: Me quedo pero en mi tubo, en el cardón que traigo en el esófago intrínseco, mientras en el subterráneo una mujer está llorando y sus lágrimas ganan carreras hasta el piso, y la mujer del llanto es como una hojita que lleva la hormiga subte en el tubo de homiguero que subraya la ciudad, atravesando todas sus joyas por debajo, y también su fascismo, y todo alrededor se empapa de la lágrima de la mujer que se quiere matar, no esta última, sino aquella anterior, la gota, que se dispara evadiendo mocos y pañuelos por igual, razones y corazones indistintamente, con su viaje demasiado parecido a la congoja, que tiene adentro otra mujer buceando, otra mujer llorando.
Inexistencia: Bueno vos estás intrínseco en tu poema, intrincado y seco, pero no le erro a errarle ni por error, estás preparando una coma en la palma de tu pupila, la llevará en mensaje una paloma anónima nombrada sólo en un estratófero verso de antaño que fue prendido a una pérdida de la más humana humanidad.
Curioso: Me gusta cuando charlas, porque estás como presente.
Existencia: ¿Vés que sos grata? ¿Oís que decís lo crocante? ¿Gustás sabor en lo que respecta a la lengua que parlás? ¿Olés el perfume que brótate ahora que sos el héroe de sentirte raro y equidistantemente confuso? ¿Podés tocarte todavía, que te trasplantaron el alma y te pusieron un triciclo?
Curioso: En la casa de mi nariz, hay un lado izquierdo y un lado derecho. Uno de los lados es mentira y el otro es un carozo que no sabe serlo. Es una foja de cerezo que se avalancha mermelada.
Existencia: Tu mente se mece en la parafernalia, y entre esa oscuridad sale la luna hipocondríaca luciendo su dado encendedor de suertes zodiacales
Curioso: ¿En serio me estás cargando? ¡Ser carozo no es deber serlo! No necesito ninguna creatividad pues yo ya soy la hoja escrita desde donde se está copiando esto que te digo, yo no lo digo sino que repito lo que está dicho en mí. No echemos a la catarata la culpa del agua
Inexistencia recostada sobre la Existencia: Hay respuestas que exigen verdaderamente una pregunta
Curioso: Si los dos nos gustamos el culo, salimos a bailar y ningún mundial de atrocidades va a evitar que seamos un quilombo de caderas.
Existencia acariciándole el pelo a la Inexistencia: Me daría un tiro en la reiteración, pero si él es un brazo y ella un idioma de rodillas, la historia va a joderlos como el pollo jode a la gallina.
Curioso: Soy alumno de cada mariposa que me enseñe sus colores. Hurgo en mi buzón. Si tengo una característica es que hurgo en mi buzón.
Inexistencia revolcando sus dedos en los genitales de la Existencia: Yo siempre degluto en tiempo presente, y me preparo para la digestión del futuro.
Curioso: Yo, cuando no me estoy deshaciendo, estoy fingiendo ser yo.
Existencia extasiada: La sutura es una oruga letal de efectos desconocidos. Poco probable pero puede pasar, que se vengan con sus cursos de telescopios de priorizar al corazón
Cursioso: ¡Será un paso más hacia mi panza desde alguna cuadrada alfombra de agua!
Inexistencia extasiante: Sos una trompeta diciendo un bólido sonoro por un socorro altoparlante. Me endilgás la ultrajación del sonido, pero no porque ya me rajé de mí desde que arrancó la perorata.
Curioso: No sé estar de acuerdo con la propiedad privada, pues ni siquiera concuerdo con que mi propia mano sea entera y absolutamente mía, pues es aún más mano de mi pueblo y es él quien tiene la absoluta potestad de sus libertades y derechos, y los límites y deberes de una mano popular.
ExistInexisTubotencia: Dale, quedate. Si te quedás, joya.

Así

Dispositivo, no puedo hacerte mierda
Entelequia cibernética, oíme que te digo
Lo que digo que te digo
que te charlo atravesando todo este espectro de silencios
adyacentes entre los humanos y vos.

Traés las zapatillas desatadas del destino
Y podrás tropezar y tu mandíbula será
Un paragolpe de hierro parecido a un riel
Y a tu nariz que no tenés la enderezarán a martillazos
Y tu mente multiprocesadora seguirá siendo
El plenario de águilas que siempre fue
Tan cercano y tan ajeno a aquella boca
Aquellos labios de resistencia irresistible
¡Viva el beso de tu boca de mujer!
Y mueran los seres parametrizados con perfiles estéreos
Y los circuitos preconfigurados con el éter Enter

Es que tras la muchacha que transito transitar
viaja una fulminante esquirla de cometa
Y no le escribo porque quiero
Yo te escribo porque te quiero
Y al té te lo dejo en el cenicero
Y allí se hace la posibilidad
O te sincerás, o te sincero

Y una muchedumbre de panópticos, de cenizas
Se avalanchan sobre mi desgracia de pelo
Las intenciones me persiguen en monopatines
Mi cuerpo es propulsado por manifestaciones
Los alvéolos desentrenados
Con desdentada la dentadura
Hundiendo encías en lo profundo
Aproximándome al límite, limitando su proximidad,
Con la lírica ufana, y la rabia delirante
El prefacio de la resistencia de los calzones
La hermenéutica regulando motores
La mayéutica amasijada en los paredones
¿Pero qué susto son estos métodos?
¿De dónde saldría todo este silicio de silencio?
¿Es una alarma, es un susurro, o un auxilio?
No me distraen las galerías de cerebros
Me gustás vos así.
Así de humana.