viernes, 19 de agosto de 2016

Desvariaciones

rapidísimo testimonio destapador de los destinos
un reclamo a los jueces entre lazos que entrelazan
anillado riacho de represas alfabéticas
con el arte como espina, a no buscar sensateces
con el arte como regodeo, ni cronometrar la estupidez
premiemos esas totalidades
arrullemos al quejido del cardo
juguemos al otoño con las piezas de vestir el frío
y al engendro que engendramos, bribonearle el reglamento
y al rayo más alto, el que sólo llega hasta el cielo
usurparle el desgobierno de secretos
y al poeta más poeta intrepidarlo
sólo un farsante con listado de sinónimos
y sus letras son pues farsas, un reflejo abecedario
contra la contrariedad y las risas
que lo vuelven nostalgioso
contra la agnosticidad de sus dioses
o acaso contra él mismo
pa variar un truco reo
mas que sepa mentir flor

domingo, 14 de agosto de 2016

Mera

La avaricia de la metralleta
Entonando en la penumbra
El acervo en su postura
De timbreo folletín
Si podría, pudiera,
Si pudiere, pudiese,
Pero apesadumbra su refutación
El prisma que cree en los besos
De la Mujer Poesía
Si me recita su texto
Soy nada más que feliz
Y eso es una lujuria
Pero ahora no me tapa
Esa arena del futuro
Estoy así de modificado
En la imponencia de su voleiból
Si no puedo prevalecer
Cuál es la gran solución?
Empalidenciendomé,
Maldiciendo mi lucidez,
Escabullida dondequiera
Menos por su pico vertedor
Dinamitándome por la tarde
Parecieras escribirme
Sobre unos ojos simples
O de mutuas mutaciones
Pero a río ruidoso
Me entrometo navegante
Planeo zigzagueo
Mis coartadas de pez
Que dice que quien fuere,
O acaso dice Dios:
"Lo averiguáramos eso"
Una estafa literaria.
La mera aproximación
Que decididamente tengo
Algo que aprender

sábado, 6 de agosto de 2016

Hepatofilia

Hepatofilia
Discurso collage varieté de una pasión hepática

 El ídolo meteórico, centinela del espacio, monumento al alcaucil de los prados, indestructible lagartija: ¿cómo devolverle paz a tu teledirigido de desenvolverse inconmovible?
Mientras los telespectadores telespectan con sus telespectores.
Mientras los buñuelos del mundo se hierven de brillo.
Mientras tanto van los días, mientras tanto van las noches,
Aquí mi yo reciclándose en este pozo de rendijas
Embarrándoseme acariciado por frasquitos de veneno.

 "Soportalo y dale mimos" - Aclara un empalagado.

 Y así comienza este periplo de ancha semblanza hepática
a tú que tienes la contraseña de mi significado
a tú que eres un tatuaje bajo mi carne
a vos que contraés la revancha de la infamia
a vos que sos el enemigo catástrofe de todo naufragio
remonto mi birome sobre tu lecho trastocado
que no es cosa otra que sobre mi pecho perturbado
y te lo digo denserio, y como mirándome al ombligo

 que Hígado tu eres

 el otoño de mis hojas, el invierno de mi frío
la traducción de mi lenguaje, la humanidad de mi conjunto
la pincelada de mi trazo, la cornisa de mi piso
el terreno de mi mapa, la pierna de mi trote
el teatro de mi obra, la intimidad de mi secreto
la canción de mi letra, el cariño de mi codo
la voz de mi timbre, predicado a mi sujeto
el cepillo de mi diente, el sol que me acoraza
el remojo de mi barba, el gol que me grito
el ser de mi razón, la ternura que te cito

 "¿No será mucho?" - Impregna algún encandilado.

 Mucho es el tango de mi nostalgia, mucho zapateo el de mi zapato
del sendero a mi pendiente, la funda de mi alma
la pizarra de mi tiza, el chamuyo que te intento
la segmento de mi recta, el plano de mi palma
el poder de mi límite, el escenario de mi cuerpo
la durmiente de mi almohada, la falacia de mi cama
la utopía imposible, el juicio a mis faltas
el hijo de mi siglo, el insecto en su guarida
la búsqueda de mi inédito, el puño de mi letra

 "Tranquilicemonós!" - Se atasca un acalambrado.

 La fuerza de mi aceleración, el gomón de mi aire
el rulo de mi resorte, la fuente de mi sangre
las vísceras de mi visera, el niño de mi llanto
la orientación de mi unicornio, el auxilio que me rueda
la especie de mi eslabón, la llama de mi fósforo
la atrocidad de mi silencio, la rabia en mi limón
la política de mi cuadro, el neutrino de mi neutrón
el avestruz en su escondrijo, la canción de mi rima
la tierra de mi profeta, la curva de mi pirueta
el gusto de mi lengua, el habla de mi boca,
la escucha de mi oreja, el radio de mi cúbito
el retumbe del relinche, el carnaval de mi pomo
el gurís de mi gurú, la navaja de mi filo

 Y uno que se acuerda me recuerda:
"Si siendo yo mosquito te inyectase mil males; si fuera lo único eso que yo tuviere; si así como te abrazara tuviera brazos; si así como te extrañara, tuviera fraternidad química o un sutil acompañamiento; o si la mole de mosco maldicho se equiparara a la del estigma maltrecho; entonces acabárase pronto esta comedia vivaz de deslucida luciérnaga en cenizas"

 Y me clava un postigo que me invita a remontar no ya biromes sino mi abdomen. No ya mi verso sino un cometa despeinado, no ya con sigilio sino dedicándole unos rezos de ateísmo abusivo a mi agnóstico destino, tantos como yo a mi desayuno, tanta miel como sequía, agarrado de la bilis de mi hígado bailador.

 "¿Y cuándo se terminan los poemas?" - Inquiere una injerencia. ¿Llegarán las palabras éstas a su límite de combinación? Al agricultor de la glándula que hornea lapiceras escarbadientes: No te hagas el gato, ronroneame un rato, hígado tractor. No te me deformes, no te me inflames, que te remonto el lomo, ese remoto tomo roto

 "No repitas más remonto" Se remonta un repetidor.

 A tú que eres, a vos que sos
esa reja que no pudieron en mi plaza
ese sol que me invade la terraza
el Aquiles de mi tendón, el guardián de mi savia
la lima de mi jaula, el astro de mi nauta
la fenomenología de mi espíritu
la gravedad de mi insoportable ser
el eclipse de mi lunar
la batalla de mi caballito
el barrilético cosmos
el pañuelo de mi mundo
la cuerda de mi pararrayos

Un interventor:
"Estás más que desnudo" - Interviene.
"Inquietante performance por las galerías de tu anatomía" - Dictamina.
"Es éste tu rezo, anárquico y con la rima rota" - Sentencia.

 El laberinto de la bifurcación
el chiste de la gracia
el espejo del reflejo
la hinchada del aliento
y también tan tuyo
el dedo de tu duda
el jujeño de tu éxodo
la construcción de tu quilombo teológico
el asedio de la irrupción que es consecuencia de tu causa
esa claraboya de natatorio que te desagrega la inexistencia
el meteorito de tu extinción
la percusión del eco de tu aventura por el hiperespacio
el Júpiter de tu anillo,
y el despilfarro de esta birome

 "Me desorienté" - Acaso un occidental.

 La lista de mis elementos
el mediodía de mi siesta
el ente de mi simiente
la identidad de mi huella
el derecho a mi suspiro
la forma de mi salto
la fosforescencia de mi ego
el dispensario de mi pensar
el ancestro de mi etapa
el libro de mi tapa
la guarnición de mi zapallo
la hornalla de mi bochorno
el salmo que me calma

"Si nunca te rozaste con una higuera, acaso te lo cotejo yo
yo que me asustaré este viernes si no te tengo
yo que me ausentaré seis meses si no te traigo"
a mi tú, a tu tí, a mi vos, a tu voz
la voz es para vos, mi pequeño milagro
la voz es para vos, y el debut de la garra
hermoso y hepatoforme cuadrado
es éste mi homenaje de exaltación
al gobierno mentor de mi vigilia
el órgano que entorna mi himno
al héroe de las enzimas
jinete leñador de la transaminasa

"¿Pero qué es eso del ego fosforecido?" Un flourecido.

Que me bailes al oído, quijote de mi mancha
que se me caiga el cielo sobre la lluvia
y una insolente mortadela
y una alegría a la fugazzeta
y una certeza artesanal

o sino sin más
el pulpo de mi amarrar
el punto de mi final

Una vez uno
masticando promesas,
se atascó con una espina, y dijo:
la vida es barro y vida

Me noqueaste a las apuradas, hepatocito
trastabillándome la libertad
un camino de ida se está devolviendo
el epitafio de mi nicho es tu nombre
la metástasis de mis miedos sos vos
no jubiles mi júbilo, traidorcito
no me quites lo podido
no me tiembles la escalera
no me tientes al abismo
de indecibles amnistías
diría un escarabajo que te imagines
un mundo de hepatogramas y criaturas biliares
que lo absuelven todo con su hiel
que lo puedes todo al serte fiel
aceitate de oliva y cocinemos
o si te hacés el gato
te corremos en la estación
te choreamos las banderas
no te salva la bonaerense
ni la federal

Devolveme mi crayón
no lo exijo yo
sino unos cuantos pizarrones
devolveme el alerón
no soy pájaro de andarme quieto
silbando en una rama
la desventura hepatotóxica

"Puro arbitrio" - Fidbaquea un devolvedor.

Si tuvieses vocabulario me pulverizaría ante el tifón jingle de tu minotauro, con su visión de muñequito cirujano de plástico (y se festeja su visión, se le nota lo árbol y su maderaje) que se extingue a la longeva loba de sus cantidades. Una rodilla haciendo gárgaras con mostaza, un atisbo confundiéndolo todo con la potestad de la fritanga. El prosódico acento del chimichurri, los pomelos y sus bemoles. Enciérrolo todo en mi estuche desodorante de pormenores (¿y si cupiéramos todos ahí?). Así como alzcanzar al sol es el sueño de todo árbol, y él no deja de ser uno. Así como el prisma que la estila es el dueño de toda hilera. Así como un fulano lo ha dado todo por tiranizar mi digestión. De eso se trata, de una mixtura mestiza incontinente a la contingencia. La vida es una gorda preciosa y su delicia me tuerce con paciencia de muletilla. Se lo dedico a todos mis cognocidos. El sendero de mi longitud. La fosa de mi eclosión. ¿Hasta dónde éste, mi intento? ¿Hasta dónde éste, mi lanzamiento? Un segundero rengo arrojado contra la perpetuidad. Un chorrito de sifón mangereado contra el lanzallamas. Es ésta la poesía de la falencia. La que sumariza de a centavos mientras los sustraendos se multiplican. Tranquilizame un poco, que esto sólo ocurrió en la historia. Y nada más que en su taciturno cartucho de desechos. Sigo rogándole suavidad a la pluma para volverla suceptible, para sentirla inevitable. La letra empequeñece cuanto más cerca del punto. Sortear obstáculos, siendo winner del sorteo. El logaritmo base cero de la demencia. Una multitud de fallos acorralan a la sapiencia, pero ser cerebral no quita corazón. Se rinden así los jeques de la apariencia. Se mide el intermedio planetario por la fracción de mi temple. El cántaro canta roto.

Hígado pudiente
Si fuese yo mujer serías mi clítoris
si fuese yo hueso, vos el perro que lo hurga
si fuese mar yo, el barco que me flota vos
ancla yo, gravedad que me zambulle vos
yo pelota vos pibe, yo agua vos nube
yo soy la mira, vos el ojo que me atraviesa
yo soy palabra, vos la cultura que me significa
soy papa y vos el fuego que me frita
soy flecha, vos silbido mío
y si fuese pantano, vos pestilencia
si fuese crucifijo, vos crucifixión
si fuese muerte, vos misterio
yo pasadizo a vos, mi atajo
yo liebre de vos, mi destreza
yo triángulo vos hipotenusa
yo corteza libre, vos noble sentencia
el instinto animal
conductor de mi conducto

¿Qué hay de mi lecho de proa púrpura?
¿Qué hay del puente sobre el río consejero?
Mi llavero emocional, cápsula, lúdica y barrial
mi aspecto módico, mi tacto táctico
la letra de mi verbo, su sombra telúrica
la síntesis sintáctica de un llanto rozagante
de tensiones a tracción

Frente al paredón de los intactos, un tarrito de fugacidad
Frente a la contorsión de los detalles, me derrito en derredor
El otro yo de mi roto yo
La otredad de mi sortija
La injusticia de mi talle
La estridencia de mi rasgo
El tributo de mi mono
Maquinista de mi maquinita
Orador de mi discurso
Callejón del adalid

Tengo la cara escrita como un renglón
Tengo el semblante oscuro de la luna cuando calla
La actitud indemne de los que creen en los edificios
o los panfleteros de la esperanza cuando amasijan corazones
Todos saquen sus renacuajos de la galera
Reluciente ajeno del escenario empírico
El imaginario de los noctámbulos cuando almuerzan
El de los que se meriendan la cena
El de los que leen en el bidet
Los que hechizan con el plumero
La dramaturgia de la existencia
Los que resurgen desde un sombrero
Del pedimento al impedimento
Y luego, jugando al estornudo
Un guanaco con un mensaje
El gremio de mi chance
Un ejército de páncreas
Una porción de magia
Tengo el anuncio pronto
Troco horas y pesos por hígado bueno
Oye tú, quiétate!
¿alguna vez te quedaste sin palabras ante...?

es que nunca me sentí
tan diurético
tan dietético
tan esquirla de hospital
tan urgente
tan paciente
tan sujeto de la condolencia
tan objeto de concomitancia
tan remoto y comprimido
tan zip
tan mal
tan ruin
tan zen
tan con toc
tan sin pus
tanto té
tanto que no