Me volví criatura

tengo la mente en un rollo de cifras,
una ansiedad de lo más natural,
con indiferencias en un pómulo
e infidencias en la pera
pero el tiempo no se quedó
y no pude abrazarte la brazada
esa que ya no nada
y así dimensioné
tu repentina dimensión
de que está tan mal no soñar
y la mía, no tan sagaz
de que soñar no está tan mal
aunque se paga con dolor
y cada charla que no me diste
me derrotaste
y yo ahora ando que me tropiezo
con mi propia fisiología
no de la garganta que me traga
no de la nariz que me huele
si serán los músculos o tendones
o los núcleos de protones
o tensión de pretensiones
pero con superpoderes en la culpa
y con el seso vivo
a quien le tienta más tentarse
que la propia tentación
y no para de no parar
y no deja de no dejar
a la máquina de su chapa
a la humanidad de su piel, de su sangre
a cada miel, su abeja
y nunca importa ninguna cosa
si sólo siempre quise
tomarnos de la risa
y atravesar la noche
agarrados de la birra

Grites

Grites bajo el pino
Cielo nublarás
Y concedas tu alma
La del cuerpo tergiversado
Con una coma suspendiéndole la índole
Y el corazón garabateando en falso
Desde cuánto y hasta cuánto?
Cuándo más?
Erosiones en los pretextos 

Proyectos de proyectiles
Ilusiones en el corcho de la retina
Bajo el pino, tus pupilas
Y la inocencia, hermosa, recostada entre ambos
Sin dejarnos ni hablar ni mirar ni rozar
¿Tiene sentido sentirnos sin sentidos?
Quiero comparar tus ojos
Con las piedritas del mundo
Ante ambos trastabillan mis pies
Pero tus ojos además
Causan estragos en mi calendario
Porque me miran y se me hace feriado
Por el día de la opulencia
Por el día de la mirada que inventás
La mirada con la que me inventás
El día del alma
Refugiada tras tus ojos
Y la mía pobre, tuerta
Racionando sus razones
Dilapida mis pilas
Depilando mi lápida
Bajo la lluvia de la fugacidad
Y la luna incontinente
Abracémonos y esperemos, quisiera yo
Sólo quisiera disentir con que ya te fuiste
Bajo el pino embalsamado
Al que dejo detrás de mis pies
Secretando secretos
Frunciendo el sueño
Amasijando las piedritas