viernes, 23 de septiembre de 2016

Escritorio

Lápiz: "Hola reto nuevo, ente-reto, blanco desafío. Acerquémonos tanto como para yo difuminarme por tu despacio campo, como para vos ser el cuenco de mi riacho"
Hoja: "Es que: ¿Qué hay del tomate sin lo rojo? ¿Qué hay del bosque sin el árbol? Que el árbol no se trepe al bosque: ¿Puede lo rojo rapar al tomate?
Goma: "Todo era tan demasiado hermoso que se rompió las pelotas, ¿nunca lo pensaste así?"
Lápiz: "No todo es rebobinar, goma de borrar. Vos sos la que transita para quitarle al búlgaro su Bulgaria, vaya vulgaridad la tuya. Pero descajonar la maceta de su planta no es suplantar su mueca con vacío. Mi barbita de pigmento desenfrenará como conejo de semillas, su gota abriéndose paso entre un cielo de lombrices"
Hoja: "¿Y cuál es la tierra esa que se transformara en crecimiento, sino la piel mía? Tan diploma de saberes como inocua a los conoceres. Esta condición de mecánicos alardes no hace más heurística que aquellos que llaman gansos a los patos."
Goma: "No me temas, delirio, que yo se bien lo que olvidar. ¿Heurística, me decís? Yo era un ventilador y me arrancaron las paletas. Siempre escéptico a la indulgencia, pero si de tambalear se trata cuentenmé primero. Claro que quede: Uno no debe aniquilarse, sino entre la muchedumbre."
Lápiz: "Estas muy metódica, ¿te sentí bien? Tomar nota es beber un signo musical, es literal. Más peligro acecha, más riguroso tu tumulto. Vaya paradójica la paripléjica de tu valla. En cuanto a mí, no seré el más feliz del mundo, pero entre los contentos de la galaxia, cuentemé también"
Hoja: "Mientras vos y vos huyen de la vanidad de la nada, los espectros del tiempo infringen sus espacios. No divisen sus relojes, pelotones, ni dibujen, ni menos borroneen su segundero. El reloj es como la iglesia del tiempo: No es allí donde se esconde."
Goma: "Si te parecen recónditas mis sustracciones no imagino mas substancia que tu cetro, más pimpollo que tu lata. Si voy de shopping, es a la ferretería de las ilusiones, y no hay vendedor que me atienda un poco."
Lápiz: "Estarás borroso al esmero por tan floja comisión la de tu estirpe. Una tos clavada en la garganta, una promesa relente de estornudo, y esos fideos criptonita que prometés de desayuno. Se me cruza el torso a los meñiques del pie, con tal de eludirme a tu salsa."
Hoja: "Cuchá goma, cómo una aceituna retobada me cacarea la dorsal. O una nuez errática sobre mi voluntad abdominal. Y yo ave solitaria presiento sus contorsiones. Yo que soy la desierta senda de los empecinados. ¿Quién soy yo sino yo?"
Lápiz: "Hoja"
Goma: "        "

sábado, 10 de septiembre de 2016

Mostrador

Soy cazador, o estuve cazando,
Fue cansador, o estuve cansandomé
Es así como estoy
en emergencia
Detenido por una hermosura
Amarrado a estas amarras
que no son cables, y me cuelgan del cielo
que no son palomas, y me blasfeman por el medio
Estoy totalizado, sí,
¿pero qué tan lejos de mi otrora solidez?
De mi asistencia a las rabas tostadas
De mi equidistancia a la miel alimonada
¿Tendría que haber hecho más amor?
De seguro habría sido más prudente.
¿O por qué mi corazón rebota lentamente ?
¿O por qué sigo agitando esta varita sin su magia?
Si cada vez que toso me hierve la nuez
Si cada vez que quedo sordo
una voz me vocifera
¡Sé libre! ¡Que es una orden!
Y cada vez que me pierdo
Nace el silencio que me vislumbra
Y me aclara por si acaso
Soy lo fantasmagórico de tu grito
Soy la calma con que aterriza la desesperación
Vengo a sacarte unos olvidos
Desnudarte la ropa de la piel
Y tan liviano deshacerme de tus huesos
que ya es la hora de bailar
de reestructurar, descontracturar
y recontractuar el contrato
y recontra actuar con el trato
montar la cadena de desmontaje
rastrear los espacios, y fulminarlos sin querer
ser la banderita blanca
que se queda agitando después
clavada en el ojo de mi llanto
sobre mi cara de terreno en construcción
¿cómo le digo que hola a una cara nueva?
¿cómo me convenzo entonces de que estamos alrededor?
Atorar sin julepe al toro desafío
Y a las características del color rojo
Y a las funcionalidades de su coloración
Amoblar suavemente la distorsión
Pisar el zapato de Dios
Arrugar el plano, rectangular cuadrados
Festejar la demolición de enfatizar lo nimio
Mimetizar con tales énfasis
Con el lodo que me embarra en una palma
Y la mano que la empalma en la otra garra
Borronear el trazo de la tiza universal
Impugnar al régimen
Adorando la simpleza como aquella
que me gusta que se corra el pelo para atrás
y más me gusta ese pelo que se le corre pa'delante

domingo, 4 de septiembre de 2016

Culinaria

No voy a leerte esta hoja, hormiguita acorralada en lo oscuro. No puedo tenderte mi dedo tan grueso a la pequeñez de tus canaletas. Por ahí abajo espantás al tiempo, entre azulejos mártires de cocina, bajo panfletos mórbidos de pizzería. Con tu presencia el minuto se apacigua, el segundo se suicida, la hora se me ahuyenta. Hormiguita espectacularmente humana, me desbanda tu reclamo, perfumosamente hormiga. La especie triunfante aquí no es ninguna. Un empate zoológico nos corona, una tregua mitológica nos felicita. No temas, hormiguita, que miedo ya tengo yo. De la baba que zigzaguea zaguanes distintos, entre espumas y vajillas, la senda demoníaca de la que vomita su cuerpo al andar. Yo, piloto deliberado del salero prometo, andará empelotada entre sus púlpitos de sal. Implotará entonces desde su sombra líquida, nuestra paz de contubernio. Reinará nuevamente el suburbio del sosiego, bajo esa nostalgia persecutoria del reloj que nos mentía.