martes, 27 de diciembre de 2016

Adepto

Quebrar el vendaval de lo que llueve y se deposita
Nievan los árboles, nieva la sencillez
Descalzo de guantes, porque
si una sola vez fuimos engañados
uno ya nunca sabe si lo que vive es real
pues el pasado se repite como misterio
y es uno quien lo besa y se dispone
o se envuelve en diario pa' no cortar al basurero
o se pone calmo y directo bajo el flujo del tiempo
Acceder a la rotura es tan perfumoso
cual desprendimiento de glaciar
trozos de formas nuevas, manejables
circulando mediatos por la corriente devenir
Asolarse es bello cuando preciso
así como secreto cuando imaginado

¿la carqueja que salvó mi vida fue cuál?
¿la del golpe final?
¿O aquella insegura que inauguró la batalla,
la que blandiéndose rutilante humedeció su hojarasca,
la cual cuya afrenta al espectro espectador,
pero como surgiendo de una arena derrotada,
desnuda de todo menos de su bandera imparable
la que flotará por siempre a través de mi viento
hecho de ese, su ungüento vencedor,
la reliquia del paso primero?

Con una rama de pie
menos rendida que decidida
esa mi carqueja banderín pero también
aclarar que ni ella ni ninguna
hubiera sido más que olvido
si se la diseccionara con los reflectores del exitismo
así de separada, heroizada, subrayada
así de exagerada
jamás más que un olvido

Sino que mas bien ha sido
la estrategia del conjunto
el sistema de cuadrilla
la entropía de un equipo
la comunidad organizada
pues si habría carquejas dirigentes
mas quién sabría entre cuáles ellas,
ya de tal carácter, confundidas tanto eran.

Es urgente revistar el pañuelo
cuando la dama zamba desnude su cotejo
así de urgente mi alma pedirá un clemente
desenvolvente del destino
derribar lo definido con las lenguas,
con la uña y su motivo,
con el ritmo imperdible
del manjar de dedos sordos
asistiendo a la chacarera

Es un privilegio arder en esta hoguera
la de los que supimos volver del deseo de fuego
repletos de heridas y kinesiología
henchidos de inflamación y desodorante

onagros del asedio, tuve un sueño
me temblaba la boca
se golpeaban los dientes
se cerraban los ojos
los oídos zumbaban
y al despertar pensé
llevo un par de vidas sintiendo que
habría hiedras en mi lugar
si intentara mi chance de percibir la marea
si pudiera, impregnado de subsuelo
ser lamida seca del extinto

sábado, 24 de diciembre de 2016

Merry

Resultara más estremecedor
más conmovedor o más dramático
que le dijeran de una vez
al término de la extenuante
nocturna marcha laboral

Oiga Papá Noel,
debemos sincerarnos:
la gente, en verdad,
toda esa gente,
no existe

Cordial. Veo que ví

Hiciste una zamba inspirandote en la zamba q hiciste
Que cada perro lama su herida
¿Llueve? ¿De qué color?
Me dicen que es purpúreo el adiós

Pirámide de perros
Del rugido número uno
Me quedé tinglado
Al jinete de las flores

Flotas de cereal
Me insuflan su estampida
Cáscara de invierno
O verano invertebrado

Succionario calendario
Una olla de momentos
Estupor detonante
Del pasado venidero

Mi mayor nota son cinco minutos leyéndote los ojos
O cuando veo jilgueros esparciéndose en la holgura
O tinturas almadas retozando en la incierta madera
O un ciego demente segmentando una escalera
O al fibrón coloso acomodándose un cuchillo
O al espejo de uno vérselo envuelto en un cero
O las cigüeñas esmaltándose en la tierra
O los borradores del desorden
O los paquetes contentos de curitas usadas
O la impaciencia amagando capuchones
O al interludio agitando sinrazones

Dijeras este inmune a la diéresis aún me debe un rato
No diplapides al rato, y lo repito
No diplapides al rato
Pues la derrota destruyera
Lo que sería siendo en lo que sería sido
Lo que sería en lo que sería
Lo que sería enloquecería
Y si ya dijiste tu genialidad
Ahora dejame ser fugaz
Ni me cuentes sobre tus dudas
Que le creo a tus ojos más que a vos

Ando con el tallo ensordecido
Reclutando gaviotas para el muelle
Edificando estos ladrillos vos lentificate
Friega y riega la igriega del yo
Que además de igualarte suma sumandos
Al nocturnarse la noche
Y acomodarse el temor
Se pela una almendra
Se viste la boca de cántico
Y todo el aire atravesado siempre por el péndulo de la muerte
Que nunca se detiene hasta que sí
Y sus aromas se afinan y se asoman entonces

Una vez mastiqué unas orejas
De puras penas cosechadas en la lengua
Otra vez resurrecté sonreído
Y me atoré un embudo llamado paz

La inmediatez digna de sorna
Es el problema matemático que nos paradigma
Y si paradigma no es un verbo
Es el sujeto que nos verbaliza los por qué

Voy esfumándome de este todo
Que la mañana se puso eficiente
Y un principio de acuerdo no es un acuerdo de principios
Principiante yo, que nada me acuerdo
Y si rememoro se viene un Azteca
Y me empuña su lanza contra el riñón
Blasfemo, digo yo
Pues toda máxima tiene su mínima
Y no se haga el termotanque
Que usted amigo es flor de calefón
Pues sabido es bien sabido:

En un mundo de paralelogramos
Está prohibido circular

jueves, 15 de diciembre de 2016

Sermón del chubasco

El mundo es una opinión de Dios. Así me dijo el interlocutor. Y me dijo más: Que opiniones contrapuestas tiene Dios. Habló así el interlocutor inquieto. Y agregó: Parezco loco, pero no es así. Sólo difundo la locura que hay en mi cuerpo. Y si un psiquiátrico llegara a decir que mi mambo es un quilombo, me lo noqueo de un frentazo. Para que tenga la experiencia de besar mi mente. Así soy yo: El que quiera mi respeto que se acerque con un cuchillo. Eso no me pone nervioso. Me da sólo miedo. Y grito desde la garganta que la misma no es nuez sola, sino también agua que gruñe dotadora de la gota. Tomé tanta tormenta que al final me tragué al mar. La sal me sale a bruma, la broma me emblema la sala. Soy igual a una migaja que haya existido. El truco inerme de quien ha sido. Flechaza de piedra mi médula espinal. Impericia ósea los vaivenes que le cuelgan. No me puede totalizar este incidente. Ni reunirle nada al conserje inconsecuente. Cerro dentro de mí, ¿qué cobijarás? Altura astuta, adentro de lo mío, ¿quién te habitará? Cada hoyo cuenta con su profundidad. Y su filosofía es un limón que requiero de exprimir. Tengo un estado incierto. Los aviones pasan y me despeinan. ¿Es ternura eso?