viernes, 30 de noviembre de 2018

Hélice

Cuando me da miedo escribir, escribo con miedo.
El mar es el elenco.
El océano protagonista me hace un gesto.
Me dice ola.
Setiembre es un yunque que se me ha concedido sin la pé
Una vía láctea de estrellitas subacuáticas que me roza rozagante
No pienso amainar ni mi nado ni mi nada
Una vez salí de adentro, porque mis vértebras se encolumnaban bajo una mochila
Y miré la ventana y ví futuros
Y miré la puerta, y ví la calle
Y viré
Viré para siempre para llenar de oro mis ojos de suburbio
Oros inmateriales que ornamentaban de imposible a los territorios
Implícito en las imágenes y las imaginaciones, en las figuras y las figuritas, el fogoso oro.
Porque nadie es ninguno, ni ninguno sólo uno.
Entre los escombros a leer me sitúo.
Y me asemejo a los escombros
Y leo y me entero de que si nos acostamos, asesinamos al suelo.
Entonces amo al piso, y mi amor es mejor que yo.
Y como un piojo lleno de liendres
aproximadamente anónimo
cada perro se lame su vida.
Yo, por lo pronto, me voy a besar en la boca con la soledad.

martes, 20 de noviembre de 2018

El amor es más fuerte

El amor es más fuerte
que yo

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Tendría que haber una explicación, hay un pagadiós

En la garita donde se termina la palabra
En donde acuden los vientos que sacuden
En donde nos ultima cada flor nueva
En donde ejercitan los mimos
En donde se ortiva la luna
Y las modalidades optativas de mi danza
¡Altruismo gordo!
¿Qué quesos rellenan de bolos a tu panza?
Si referimos al teatro
Te digo que sí
Que la nada no consiste
Que un jueves ha nacido como una ruina de huesos
Bajo una ronda de llaveros testarudos
Bajo una lluvia de cándidos candados
Voy a llenarme la frente de besos
Voy a besarme la muerte
Todos los gritos son sordos
No es de escucha el alimento del alarido
No puedo ser ajeno a lo que mi delirio te desmiente
Ni puedo ser cercano a mi cerebelo
En reunión violenta con mi mente
¡Hay más posiciones políticas que personas!
Esta tesis me dio hipo
Me dejé embaucar por un matematicidio desigual
Y me quedé a un lado, odiado por la certeza

Esta tarde pasé por la puerta de mi cara
Me presenté como algún antídoto
Pero como presente fui un símbolo brutal
Esa fruta no me ayuda, dijo mi boca
Dijo entre dientes como un síndrome mecánico
Y terminada la frase resbaló la lengua
Y cayó por el precipicio
Me quedó la panza húmeda y pegajosa
Y llegué a reaccionarlos a mis dedos
Y atraparon la injusticia con su mano propia
Es menester no sentir vanamente con la piel
Poder disentir conmigo en lo que sienten esas partes
Que tu cuerpo no se haya olvidado nunca lo que es eso
Extenderse por donde sos enteramente de garfios
Como unas caléndulas donde se posan los giroscopios
Y a donde se apuntan las hojas de sus árboles resultantes
A cada centímetro le corresponde su instrumento, su medición
Un dispositivo que se rinde a su contexto
Que no puede contenerlo todo
Que no puede habituarse al infinito que le sobra por todos los costados
A ser su zozobra contemporánea

Ninguna edad permite comprender nada
Cada instante es una línea que nos tacha
Un ejemplo totalizador, un juego infalible
El futuro no tiene más reglas
Que tratar de huir
Y no poder