re flexionando

Soy un águila del esperar
pan y queso
panic eso
eso que te tengo que decir
que es mentira lo que no te dije
mientras no te hablaba
mentira que no te dije
mentira ninguna

Mis huevos fueron nacidos el mismo día en el año ochenta y seis.
Son los que que me dicen cuando me siento maldito, dale chango, que te queda suerte.
Son los que que me dicen cuando me siento débil, dale chango, la fuerza te queda fuerte.
Son los que me hacen intuir, cuando me siento de más omnipotente, pará pibe, te queda muerte.

que tal te entona todo esto?
que tal te descifra los símbolos?
qué tanto tus letras heridas sanan?
Heridas de rimas que no.
Heridas de un tiempo en que
la vieja dice, quisera ser joven para tener más tiempo
la joven dice, quisiera ser vieja para tener más tiempo

que pocos ven que afuera hay adentros
más adentros que aquí adentro mismo
que en una parte del mundo hay una casa
y en esa casa hay una parte del mundo
donde gobierna lo que dirás
cosas dirás
dirás a Dios,
o adiós a Dios dirás

y aunque tantas veces yo
no logro tu posición
no consigo tus cruces de brazos
no me salen tus mareas en la frente
pero te trato por el alma
y cada tanto me salís bien, vos,
y me da el deseo de abrazarte
y decirte, felicitada, altas ánimas las tuyas

felicitada
apaciguada tu calma más nunca invisible
me haces creer que quien crea creará, y entonces lo creo
y lo digo
y me digas
no hay palabras que describan lo siguiente:
"no hay palabras que describan lo anterior"
y te diga
tan cara me salió la nuca
nuca me salió tan cara
y no nos abracemos
porque sabemos los dos
eso de que los miedos son todos mellizos de sus valentías
y no me digas tonto
al reflexionarte que
los oídos no tienen lengua
y mientras sean oídos
nunca serán oídos

y allí se levanta el muro del chau
no te acerques tanto al muro
al llegar demasiado cerca
notarás que, en realidad, no había ningún muro
al no ver muro, avanzarás ciegamente
y esto es muy riesgoso
puedes chocar
y romperte contra el muro

Cucú

Venite, aunque fuera inanimado, traete tus cuerpos, que acá libracos mediante te emparrafeamos los epítetos, te subyugamos del yugo de lo estatuscúo y te brindamos cucús picaflores que, ya bien con desdén o desde el edén tengan vasitos de copa con que hacer chinchín. Ojos abiertos, deseos abiertos, ritmo empedernido y patas al dente para bailar, sean esas las condiciones de los condenados a la condición descadenada, sea ese el eclipse de galaxias al que nos trae lo todo, lo largo, lo intenso, lo admirable.
Cuáles avenidas cruzarán los bondis que anden por esas rutas, y cuáles las rutas, y cuáles los bondis, cuáles los andares... Tengo un envido de preguntas y me quedo esperando flor de respuestas, con intenciones de mentirte a menos que el mazo haya de una vez repartido una verdad, alguna certeza en alguna mano. Tu mano cierta, por caso. Tu palma cantora. Te escucho, lector. Atentísimo te oigo, lectora. Necesito tu verdad. Rápido te necesito, que vengo atajando como puedo,  toreando casi, a mi lengua imparable, que ya te quiere madrugar con un retruco traído desde el más hondo de los infiernos.

El final de las puertas

Que nadie me deje morir en este campo edificado,
Que ninguno siga mi ritmo muerto, afuera del pasto
afuera de pequeños disparos que vienen desde los grillos
son verdes balas que si no las presiente, uno no las siente
cómo las verías entonces? cómo podrían no reírse de tí?
pueda una canción nuestra detenerlas
pueda ser que algún silencio
o si no
sus asesinos han venido antes
instalaron sus galerías entre nosotros
sus hoteles, sus museos
en los que estamos adentro
en vidrieras, sí adentro
iluminados, buenas luces
y siempre dentro

airoso

ventilador sin patas
imaginate tus patas, si tuvieras
tu imagen, un milagro dulce
tu viento, perfidia periférica
una fulguración
un retrato fresco
para mi mente permanente
un cántico cuántico
a mis abstracciones viñetadas
afuera, el sol asombrado
que no ve ninguna sombra
porque la cosa siempre lo tapa

¿cómo es que no se entrometen
las sombras y sus cosas
entre tus aires de desplazo?
¿cómo, por qué y para cuál cuándo,
serán quiénes los que preguntarán qué pregunta?
mis incógnitas son de guerra en son de paz
y vos, ventilete
¿cuál es tu guerra?
¿fumigarme?
¿desatarme lirios de a litros?
¿regarme los jardines?
¿desbaratame los misterios?
me voy ya, llendomé
soy de los que precisan algo más
que un oxígeno empujado

verterme

mórbida fulera fuerza de sapiencia

como escarbadiente que me espía las asperezas

se arrebata de mí, a escondrijos
un cuadro pintado, un político cuadro

un cuadro auditivo, cuadro hablador
un loro batallador y cuadripléjico

desmadrado, desarmado cuadrado 

viajante en acuático tránsito contra la brújula
esa chatura tan diferente a los desvíos
por allí recorro la ruta, enfiebrado yo

lastimándolo todo con tinta, como marcador inmasticable

lapicero antinervios y enemigo de las ansias

nada de mí va a ser engullido por un texto grandioso

y aunque mi mente fuera a confesarse paradójica

y admitiese tales ruinas por codicias propias

rasparé mi último séquito de conciencia 

atropellaré mis uñas en formación suicida

y en fila india expulsaré mi antojo último

un grito hondo que declame

esta piel mía será historia
esta persistencia mía

unirá tus pecas tuyas

con un dedo final

sinfín

Infinitamente sin fin veo venís, sin fijarte nada por la vereda, no me hacés concentrar, se me nublan los cordones y apenas lucho por conservar mi nombre, mientras me pregunto cuáles letras adornarán al tuyo, mientras me pregunto ¿vas para el cielo? ¿o vas o venís? y no se me ofrecen tus voces, cuerdas vocalizadas habilitadas gratis, aquí no se vende nada, aquí todo se regala. Ninguna condición entre las baldosas que se intercalan personas como nosotros, y ninguna adivinación logran durante la tremenda empresa nuestra de repetir paso tras paso enfrentando frente a tu frente, en presencia de tu presencia, mi cara ante la tuya, presidenta de mis ojos, ilegal okupa instalada para siempre, y cada vez tanto más acercada, yo cada vez tanto más bizco. Quiero dar la vuelta y que andemos juntos como si algo, que me acompañes a cualquier lado vos como si nada. Traés un bolsillo que suena. Cuáles serán los acertijosos números que hagan cantar a tu telefonito. Cuáles los domicilios por donde cavilan tus pieses. Me declaro alterado, y no me altera declararme. Doy lo que sea por una copa por la mitad, me entrego entero a este plan, el plan de que no haya plan, de rescatar un punto de visitante con viento en contra de todo, por encontrar de todo en el viento, consumar tu atención con suma atención, y si alguno decía, por una mujer escapás de todo, alguno dirá, por una mujer es capaz de todo, de totalizar las desconexiones, de sumarizar los queseyó, de ocurrírsenos cerezas sin certezas, destronar al caso de la casi cosa, de incendiarlo todo aunque más no sea con fofos fósforos, y fosforezcamos así a nuestro supremo apremio, a su premio de cerveza, no rica, sino multimillonaria cerveza de malta esmaltada entre nosotros por fin.

¿qué mirás? 

dijimos fin

domingo

la noche no es más oscura que el día
pero mi corazón latido se hace ansias
de sentir el paso de la lluvia
por los brazos de mis pelos se columpian

me voy afuera a ver, los sacos, los pañuelos
revoleándose entre gentíos de razones entendidas
y yo no entiendo, me filtro como un plumaje y no entiendo
los mercurios de su química y me vuelvo adentro

tanto esfuerzo innecesario tanta fuerza necesaria
se hace ir, calesitas se hacen vueltas
merecimientos, resultados, maquinistas de la rueda
es domingo, es domingo hoy

Incursión

Prender la tele.
Prenderla fuego.
Arte quemarte.
Empero que pero.
Me incursiona la incursión.
Me llega la llaga.
Se enciende mi incendio.
Adrede me arde.
Tarda que me arda.
Tarde padre, putamadre.