martes, 26 de mayo de 2015

Tías

¿Qué es este grave fenómeno llamado tías que me gruñe sus altibajos?
¿De dónde emana aquella pretensión que repleta mis orejitas con inauguraciones de conceptos?
¿Qué rigor es ese, que inclinado sobre la calumnia me planifica mi territorio de piel humana?
Esta es mi zona, narices.
Favor de dejarme introducirme sólo en este acertijo. 
Y no sólo en el acertijo éste.
Éste es mi contorno, éstos, mis rasgos, éste mi rayo, y sean ustedes su propio bochorno.
No me cuenten mis sueños por venir, serán sueños míos, será mi porvenir.
Y si estas intromisiones son la moneda de este mundo, seré bebé pero no boludo, les dejo mis huesos arriba de la mesa y me voy a hundir la piel al océano más cercano.
Todo tengo por aprenderlo:
que quien dice es el diciente
que quien tolera, el tolerante
que quien miente, el mentiroso
que quien discierne
el que me enfrenta los versitos 

así de azucarados los palmos de mis palmas
así de dulce para el aplauso y así de conejo para nacer líneas
contacto con tacto y sin enfurecimientos
añadiendo luego del tiempo veloz
otro tiempo superfluo a la interpretación de los símbolos
dedicado a lo corrosivo de las afirmaciones 
aquello que corroe a aquello que corre

yo que te apunté con mi beso y se disparó solo
tan inocente tiro al relojito
el encantador tic tac de tu corazón
ingenuo soy y puedo viajar a través de las cortinas
y me hago amigo de que me pica el universo
me rasco los enchufes
electrocuto lo todo.

No te aterrices 
No te aterrorices
perdón por un desliz
es un labio que no domo
unos dientes espadachines
un futuro de provecho y baba

Pobrechito provechito.
El bebé despertó preguntandosé
¿Y si recién eras vos en el sueño? 
a lo mejor más allá de que lloro y quiero teta
el sueño me pertenece, 
y si también un poco a vos
entonces pudiste haber sido.
No controlo los dedos, 
pero traigo pupilas de camarógrafo.
Repito las imágenes.
Una proyección futurista.
Unos labios del disparate.
Disparate vo' gato, se entreabre una boca sonriente.
Unos caballitos violáceos en el cielo.
Ay tantos líos me faltan todavía para que me tiemble el corazón.
Tantos berretines antes de conocer la tiranía de la sed después del sexo.
Seré asiduo a la arena antigua de la plaza.
Venceré a todos los parques de la derruída ciudad.
Y mientras ahora me empiezan a rodear esas tías fanáticas de los gases mortíferos
Yo sigo disimulando pedos, pero prometo un día entender
cómo se convierten las paredes 

cómo se convierten en pasar